Los medios de comunicación colaboran con en la búsqueda de Madeleine difundiendo información acerca del caso que a largo plazo está dificultando la investigación.
En Mayo de 2007 Madeleine McCann, una niña británica de 3 años, desapareció en Portugal. La noche del día 3 de mayo fue supuestamente secuestrada mientras dormía en un apartamento en Praia da Luz. Sus padres, que no se encontraban en el apartamento cuando sucedieron los hechos, acudieron a la policía portuguesa que abrió una investigación para hallar el paradero de la pequeña.
Tras 14 meses de investigación y constantes fracasos, el Fiscal General de Portugal, Fernando Pinto Monteiro, decidió archivar el caso por falta de pruebas. Desde este momento, los sospechosos que se barajaron durante toda la investigación -Robert Murat, y los padres de Madeleine, Gerry McCann y Kate Healy- quedaron libres de sospecha al no poder ser vinculados con la desaparición de Maddie.
Tras 14 meses de investigación y constantes fracasos, el Fiscal General de Portugal, Fernando Pinto Monteiro, decidió archivar el caso por falta de pruebas. Desde este momento, los sospechosos que se barajaron durante toda la investigación -Robert Murat, y los padres de Madeleine, Gerry McCann y Kate Healy- quedaron libres de sospecha al no poder ser vinculados con la desaparición de Maddie.
A raíz de las breves declaraciones del Ministerio Público, Robert Murat emprendió acciones legales contra varios medios de comunicación británicos a los que acusó de difamación, tal y como ya hicieron los padres de Madeleine meses antes. Las informaciones difundidas por estos medios, según asegura el implicado, se apoyaban en afirmaciones no contrastadas.
Por su parte, los padres de Madeleine acusaron a la prensa del Reino Unido de haber tratado a su hija como una “mercancía”. Aseguran que dichos medios sacaron a la luz informaciones que carecían de relevancia, y que publicaron noticias “tergiversadas” que en algunos casos habían sido incluso “fabricadas”.
Gerry McCann reconoce que los medios de comunicación de varios países colaboraron positivamente en la búsqueda de Madeleine al difundir información que propició la cooperación por parte de la población. Pero acusa a varios de ellos de tratar de beneficiarse de manera desproporcionada de la desaparición de su hija, explotando el caso mediante la publicación de datos que podrían haber perjudicado la investigación.
Por su parte, los padres de Madeleine acusaron a la prensa del Reino Unido de haber tratado a su hija como una “mercancía”. Aseguran que dichos medios sacaron a la luz informaciones que carecían de relevancia, y que publicaron noticias “tergiversadas” que en algunos casos habían sido incluso “fabricadas”.
Gerry McCann reconoce que los medios de comunicación de varios países colaboraron positivamente en la búsqueda de Madeleine al difundir información que propició la cooperación por parte de la población. Pero acusa a varios de ellos de tratar de beneficiarse de manera desproporcionada de la desaparición de su hija, explotando el caso mediante la publicación de datos que podrían haber perjudicado la investigación.
Muchos profesionales de la información como Silvia Taules, no han tenido objeción en mostrar su opinión acerca de este caso. La periodista afirmó que la desaparición de Madeleine se ha visto envuelta en una carrera competitiva entre los medios de comunicación, que ha convertido el caso en un circo mediático.
En coherencia con estas declaraciones, la desaparición de Madeleine ha sido considerada como uno de los casos de mayor implicación mediática internacional de la historia, aunque como el padre de la pequeña aseguraba, a largo plazo los efectos negativos igualan a los positivos, ya que la difusión masiva de datos erróneos entorpecen las investigaciones.
En coherencia con estas declaraciones, la desaparición de Madeleine ha sido considerada como uno de los casos de mayor implicación mediática internacional de la historia, aunque como el padre de la pequeña aseguraba, a largo plazo los efectos negativos igualan a los positivos, ya que la difusión masiva de datos erróneos entorpecen las investigaciones.
MI CONSEJO: Los medios de comunicación son empresas que siempre buscarán el beneficio propio, antes que el beneficio social. La explotación de casos como el de Madeleine, reúnen ambos beneficios, ya que por un lado, contribuyen a la difusión de informaciones que otorgan los conocimientos necesarios a la población para aportar pistas, aunque la mayoría han resultado ser falsas, y por otro, provocan un incremento de la demanda de información de los medios de comunicación, y lo que es más, reduce la tarea de estos de buscar otros temas de interés general.
En el mundo ocurren a diario nuevos acontecimientos de los que tenemos derecho a estar informados, los medios no pueden explotar durante 22 meses la misma noticia, ya que desde que se cerrara el caso de Madeleine, los datos relevantes acerca de este son mínimos, y no se puede obtener información de donde no hay.
En el mundo ocurren a diario nuevos acontecimientos de los que tenemos derecho a estar informados, los medios no pueden explotar durante 22 meses la misma noticia, ya que desde que se cerrara el caso de Madeleine, los datos relevantes acerca de este son mínimos, y no se puede obtener información de donde no hay.
yo odio q el periodismo se preocupe solo de dar noticias... todo eso de el derecho a la información está muy bien con la política y temas de interés, pero me parece fatal q los medios se aprovexen de casos como éste... (y esa es una de las razones dq el periodismo cada vez me guste menos...)
ResponderEliminarEstá claro que los medios deben informar a la población, y en cierto modo ayudaron en la búsqueda ya que todos teníamos en mente el rostro de Maddie, y podiamos reconocerla. Mucha gente creyó hacerlo, y aunque eran pistas falsas, poría haber sido verdad. La lástima es que no sepan cuando parar, llega un momento en el que no se puede explotar más un tema.
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