miércoles, 1 de abril de 2009

Los Simpsons se cuelan en el mundo postal

Con motivo -reatrasado- de su 20 aniversario, Los Simpson, la familia americana más conocida internacionalmente, serán homenajeados por el servicio postal estadounidense.

Creada de la mano del caricaturista Matt Groening, la familia Simpson vio su primera aparición en la pequeña pantalla el 19 de abril de 1987; claro que no eran los personajes que hoy conocemos. Homer, Marge, Bart, Lisa y Maggie, al igual que toda la serie, han ido evolucionando a lo largo de las décadas –se dice pronto ¡¿eh?!-, y los entrañables personajes a través de los que “su padre” satirizaba la sociedad norteamericana, se han ido popularizando hasta convertirse en verdaderos ídolos.

Pues bien, estos héroes de la pantalla contarán a partir del 9 de Abril de este año con su propia colección de sellos, ya que sus rostros serán estampados en los de 44 centavos. Cinco serán los sellos que honren a Los Simpson, y estarán dibujados por el mismísimo Matt.
¿Qué mejor manera de agradecer las miles de horas de diversión proporcionada por esta serie, que enviar nuestras cartas firmadas con la tierna cara del bebe Simpson, o con la sabia expresión de Lisa?


MI CONSEJO: la televisión, fuente inagotable de entretenimiento humano, de vez en cuando –muy de vez en cuando en mi opinión- nos honra ofreciéndonos series del calibre de “Los Simpson”. En torno a personajes televisivos como estos se crean verdaderas culturas afianzadas con gamas enteras de productos, películas cinematográficas etc. que tratan de explotar su tirón mediático.
Las cadenas de televisión deberían tener cuidado con los contenidos que distribuyen porque, a menudo, concedemos a estos el poder de trascender del mundo del entretenimiento, ocupando así aspectos tan básicos de nuestra vida como nuestra correspondencia postal.

Los medios en el caso Madeleine: "el circo mediático"

La mediatización del caso Madeleine

Los medios de comunicación colaboran con en la búsqueda de Madeleine difundiendo información acerca del caso que a largo plazo está dificultando la investigación.

En Mayo de 2007 Madeleine McCann, una niña británica de 3 años, desapareció en Portugal. La noche del día 3 de mayo fue supuestamente secuestrada mientras dormía en un apartamento en Praia da Luz. Sus padres, que no se encontraban en el apartamento cuando sucedieron los hechos, acudieron a la policía portuguesa que abrió una investigación para hallar el paradero de la pequeña.
Tras 14 meses de investigación y constantes fracasos, el Fiscal General de Portugal, Fernando Pinto Monteiro, decidió archivar el caso por falta de pruebas. Desde este momento, los sospechosos que se barajaron durante toda la investigación -Robert Murat, y los padres de Madeleine, Gerry McCann y Kate Healy- quedaron libres de sospecha al no poder ser vinculados con la desaparición de Maddie.

A raíz de las breves declaraciones del Ministerio Público, Robert Murat emprendió acciones legales contra varios medios de comunicación británicos a los que acusó de difamación, tal y como ya hicieron los padres de Madeleine meses antes. Las informaciones difundidas por estos medios, según asegura el implicado, se apoyaban en afirmaciones no contrastadas.
Por su parte, los padres de Madeleine acusaron a la prensa del Reino Unido de haber tratado a su hija como una “mercancía”. Aseguran que dichos medios sacaron a la luz informaciones que carecían de relevancia, y que publicaron noticias “tergiversadas” que en algunos casos habían sido incluso “fabricadas”.
Gerry McCann reconoce que los medios de comunicación de varios países colaboraron positivamente en la búsqueda de Madeleine al difundir información que propició la cooperación por parte de la población. Pero acusa a varios de ellos de tratar de beneficiarse de manera desproporcionada de la desaparición de su hija, explotando el caso mediante la publicación de datos que podrían haber perjudicado la investigación.

Muchos profesionales de la información como Silvia Taules, no han tenido objeción en mostrar su opinión acerca de este caso. La periodista afirmó que la desaparición de Madeleine se ha visto envuelta en una carrera competitiva entre los medios de comunicación, que ha convertido el caso en un circo mediático.
En coherencia con estas declaraciones, la desaparición de Madeleine ha sido considerada como uno de los casos de mayor implicación mediática internacional de la historia, aunque como el padre de la pequeña aseguraba, a largo plazo los efectos negativos igualan a los positivos, ya que la difusión masiva de datos erróneos entorpecen las investigaciones.


MI CONSEJO: Los medios de comunicación son empresas que siempre buscarán el beneficio propio, antes que el beneficio social. La explotación de casos como el de Madeleine, reúnen ambos beneficios, ya que por un lado, contribuyen a la difusión de informaciones que otorgan los conocimientos necesarios a la población para aportar pistas, aunque la mayoría han resultado ser falsas, y por otro, provocan un incremento de la demanda de información de los medios de comunicación, y lo que es más, reduce la tarea de estos de buscar otros temas de interés general.
En el mundo ocurren a diario nuevos acontecimientos de los que tenemos derecho a estar informados, los medios no pueden explotar durante 22 meses la misma noticia, ya que desde que se cerrara el caso de Madeleine, los datos relevantes acerca de este son mínimos, y no se puede obtener información de donde no hay.